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Doctrinas Fundamentales - El Castigo de los Malvados

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El Castigo de los Malvados

Reconocemos sin dificultad que los humanos son seres abocados a la muerte. Sobre todo, reconocemos que aquellas palabras de mentiras dichas por el tentador a la primera mujer: "no moriréis" (Gen. 3:4), tan sólo fueron palabras que no representaron más que una fugaz utopía para la primer pareja. Que allí mismo, en el huerto del Edén, se escuchó una réplica divina, en la cual se señalaba al hombre el destino sobre la tierra: "polvo eres y al polvo volverás" (Gen. 3:19).

De ahí que la humanidad pecadora tendrá que pasar por lo siguiente:

  1. Los pecadores tendrán que encararse a la muerte como pago de su maldad, y no a un tormento eterno; es decir, no hay vida eterna en el sufrimiento.
  2. El malvado recibirá como castigo ser lanzado al "lago de fuego", que es la muerte segunda.
  3. Los condenados por Yahweh serán destruidos por fuego, siendo reducidos a ceniza y será como si nunca hubieran existido.

Es muy común que el hombre por causa de la falsa enseñanza que se hace de los Sagrados Escritos crea que el pecador va a ser atormentado en llama de fuego por toda una eternidad en el lago de fuego. Al analizar tal enseñanza ante la Palabra de Yahweh, la misma no puede sostenerse frente a la verdad que se define sobre el castigo del hombre.

¿A quién es que se le promete vida eterna, al justo o al impío? ¿Será acaso que, tanto a los malos como a los buenos se les va a conceder vida eterna? Para que el hombre pecador pueda ser atormentado por toda la eternidad necesita estar consciente de ese tormento; es decir, debe tener vida eterna para poder sentir el tormento al que ha sido destinado. Esa enseñanza es contraria a lo que Yahweh había establecido: "Si coméis de ese árbol, moriréis...".

Fue Satanás el que dijo precisamente lo contrario: "No moriréis", es decir, le ofreció inmortalidad. El hombre fue en busca de esa inmortalidad aún desobedeciendo a Yahweh. Las consecuencias han sido encontrarse con la muerte.


Fundamento Escritural

Los impíos serán echados al estanque de fuego. Mateo 13:41-42

No se les dejará raíz ni rama. Malaquías 4:1

Serán castigados de eterna perdición. 2 Tes. 1:9

Serán levantados para vergüenza y confusión. Daniel 12:2

Serán consumidos en el fuego eterno. Isaías 33:14

Su parte será en el estanque de fuego y azufre. Revelación 21:8

Serán castigados en el día del juicio. 2 Pedro 2:9

Un horno tenebroso está reservado para los impíos. Judas 1:13

Los impíos serán destruidos para siempre. Sal. 92:7

El diablo y sus seguidores serán destruidos por fuego. Rev. 20:13-14

La iniquidad hace separación entre el hombre y Yahweh. Isa. 59:2