Inicio

El Día de Reposo, Un Día Especial

¿Es lícito en los días de reposo hacer bien,
o hacer mal; salvar la vida, o quitarla?
Marcos 3:4

El libro de Génesis hace fruncir los rostros humanos cuando afirma: Y acabó Yahweh en el día séptimo la obra que hizo; y reposó en el día séptimo de toda la obra que hizo. (Génesis 2:2). De acuerdo con este pasaje, dos seres humanos (Adán y Eva) y un Creador reposaron el primer Shabbath establecido como día de reposo. En contraste con lo antes dicho, el Shabbath representa un tiempo venidero donde con tranquilidad y paz le rendiremos adoración a nuestro Creador. (Isaías 66:23)

Reposar el Shabbath significa reconocer la autoridad suprema porque nuestro Creador fue quien, después de crear todo, reposó. El hecho de Yahweh haber reposado un determinado día tiene varias implicaciones para nuestra comprensión. En primer lugar, ofrece una enseñanza a los seres humanos para que se liberen de sus ocupaciones cotidianas. En segundo lugar, el reposo consiste en reconocer que la línea de autoridad debe permanecer tal y como lo afirma el siguiente versículo: Bendijo Yahweh al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación. (Génesis 2:3)

Hay que tomar en serio el juego de palabras que utiliza el autor del Génesis para poder comprender la bendición que se alcanza en este día: al santificarlo, lo convirtió en un día especial y diferente de los demás días de la semana. De ahí su consagración. Más aun, con la cesación de sus labores en el séptimo día, Yahweh hizo saber a los seres humanos que es necesario el descanso corporal.

¡Qué experiencia grata debió haber experimentado la primera pareja al estar en directa comunión en aquel primer Shabbath con su Creador! Los seres humanos que reconocen la importancia de la consagración del Shabbath, de inmediato recobran un espíritu festivo. Ese tiempo o espacio consagrado se dedica a la adoración.

El verbo hebreo shabbath traducido al castellano es amplio, ya que significa cesar o dejar de trabajar, descansar, reposar. Nuestros compromisos pueden ser grandes o pequeños, pero el mayor de ellos es que se nos pide que consagremos el Shabbath como es debido. La razón de esta consagración radica en que el día séptimo es día de descanso consagrado a Yahweh.

Un Día Hacia la Realización Espiritual

Sólo los seres humanos que siguen el ejemplo de su Creador bendicen y consagran con actividades o tareas espirituales este día. De igual forma, sólo los que descansan y consagran responsablemente el Shabbath pueden comprender la felicidad de este día. Desde el comienzo de la semana, los fieles observadores del Shabbath van organizando todos sus compromisos, de modo que ninguno de ellos interfiera con la consagración de este día, ya que para ellos sería dar la espalda al que lo bendijo y lo consagró.

El acto principal de la consagración del Shabbath como reposo semanal es reconocer que la autoridad, el señorío y la honra a nuestro Creador merece todo nuestro respeto. Cuando bendecimos, consagramos y reposamos el Shabbath –como lo hacemos también con el matrimonio- damos a entender al mundo que sencillamente somos extranjeros y peregrinos que vamos en busca de una patria mejor.

En esa patria venidera disfrutaremos con los redimidos de los Shabbaths gloriosos como los disfrutó Adán en compañía de nuestro Creador. El llamado que Yahweh nos hace respecto a este día es enfático: Recuerda el día de Shabbath, para consagrarlo. Seis días trabajarás y harás todo tu trabajo. Empero el día séptimo es Shabbath para Adonai, tu Poderoso. Por eso bendijo Adonai el día de Shabbath y lo consagró. (Éxodo 20:8-10, 11 Toráh, Versión Castellana)

El libro de Éxodo es uno de los libros más sobresalientes de las Escrituras hebreas, ya que contiene el relato de la salida de Israel de Egipto. Sin embargo, muchas veces es pobremente valorado por la mayoría de los evangélicos aunque contiene el decálogo divino. El Shabbath nos hace traer a la memoria la primera fiesta que celebró Adán y Eva en compañía de un Ser supremo que les amaba y les orientaba.

El valor del Shabbath es inestimable, no sencillamente porque significa ausencia o abstención de trabajo, sino porque está relacionado con otras actividades espirituales tales como asistir al santuario para estudiar las Escrituras, hacer visitas a los enfermos como lo hizo nuestro Salvador (Marcos 1:30-35); sobre todo, darle la adoración que nuestro Creador se merece.

Un Merecido Descanso

El ser humano no tiene derecho de abusar de su cuerpo, pasando día y noche, semana tras semana en el trabajo, sin descanso, sin recreación ni atención a su familia. Hacer esto daña la salud y constituye una violación de las limitaciones que el Creador estableció en el cuerpo humano. Entonces ¿cómo puede ser que un día especial como lo es el Shabbath, sea considerado por algunas personas como una carga y algo tedioso?

Uno de los significados que se da para reposar es permanecer en quietud y paz y sin alteración una persona o cosa. La primera pareja debió entender que el Shabbath se dio como un día diferente y separado de los demás porque en él Yahweh permaneció en quietud y en paz. Es obvio que el propósito del Shabbath está definido en el siguiente pasaje: Seis días trabajarás y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Yahweh tu Poderoso; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. (Éxodo 20:9, 10)

La humanidad podría superar los grandes problemas sociales que enfrenta como lo son los divorcios, abandono de hijos y la deserción escolar si prevaleciera el respeto a las normas de santidad sobre el Shabbath. Si cada familia de la tierra celebrara el Shabbath y reconociera que es un día para dedicarlo al Creador en ambiente familiar, entonces se renovarían las relaciones entre parejas, entre padres e hijos y entre vecinos. Imagínese las gratas bendiciones para usted y su comunidad si todos se dieran a la tarea de reposar el Shabbath como está ordenado por Yahweh. Son las actividades que no responden al reclamo de Yahweh las que terminan por agobiarnos y cansarnos.

Es preciso que nos unamos en el propósito de celebrar el Shabbath para revertir el daño que le hemos ocasionado a nuestras familias. ¿Cómo puede ser que una fiesta como el Shabbath se repita todas las semanas y siempre haya algo nuevo por hacer? La contestación a esta pregunta la podemos encontrar en la siguiente frase: Vendré a ti y te bendeciré. (Éxodo 20:24)

Fue Yahweh el que determinó que cada semana tenga siete días, pero dentro de la semana separó dos tiempos: los seis días regulares y el consagrado como Shabbath. Ambos tiempos se superponen porque son dos tiempos distintos, dos espacios diferentes. El primer tiempo es el de realizar nuestras tareas, nuestros compromisos materiales; el segundo tiempo, el del Shabbath, entramos en la dimensión espiritual. Hay que comprender que el tiempo del Shabbath no es un simple descanso para disfrutarlo a nuestro antojo. Para descansar el cuerpo físico dormimos todas las noches. Pero, ¿qué parte de nuestro ser entra en reposo cuando llega el Shabbath?

Nuestro espíritu y nuestra mente son los que, por medio de la paz interna, permiten que nuestro cuerpo se estabilice emocionalmente. Por medio del siguiente versículo Yahweh hace un llamado simple y profundo que solamente lo pueden poner en efecto los que entran en la dimensión espiritual: Si retrajeras del día de Shabbath, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Yahweh; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras, entonces te deleitarás en Yahweh; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra... (Isaías 58:13).

La madurez mental se ve reflejada esencialmente en la habilidad de respetar el día que Yahweh bendijo y consagró a su voluntad. Las personas trabajan, viajan y compran como si no existiera el Shabbath. ¡Esa es su meta! Otros hablan en el Shabbath de sus asuntos personales como si fuere otro día. No faltan los que hacen lo que le viene en gana, sin pensar en las consecuencias al pasar por alto la consagración del Shabbath. Han olvidado las lecciones de la historia; y peor aun, no piensan acerca del futuro que describe el profeta Isaías:

... y de Shabbath en Shabbath vendrá toda carne a adorar delante de mi, dijo Yahweh. -Isaías 66:23

No todos los seres humanos han caído en la trampa de hacer del Shabbath un día cualquiera. Hay los que cuando llega el Shabbath los escuchamos decir: Shabbath Shalom. Son los que impulsados por las ráfagas del Espíritu, antes que llegue al ocaso el poniente sol, obsequian un momento de adoración al Creador. Con antelación a la llegada del Shabbath, han elaborado un programa que les permite entrar por la puerta del regocijo espiritual. Una vez allí, lo mundano y lo ordinario quedan atrás. En cada Shabbath nuestras capacidades de amor se renuevan al extremo de rejuvenecernos como el águila. (Isaías 40:31) Quien disfruta del Shabbath tendrá la oportunidad de descubrir su verdadera identidad espiritual ya que cuando se consagra el Shabbath y se entra en la adoración, lo mundano deja de tener control sobre nuestras mentes.

 

 

Shalom

Min. Carlos Alemán Cotto